viernes, 7 de junio de 2019

Bhagwati Pun o la sonrisa del corazón



  Sonreír con los labios es fácil, porque solo hay que arquearlos. Luego está la sonrisa de los ojos, que se puede intentar fingir, pero los ojos no mienten nunca. Quien sonríe con los ojos sonríe con el corazón. Bhagwati Pun es de rostro más bien serio, pero cuando sonríe, entonces se ilumina todo el Himalaya.



  Quizá cuando has nacido en una familia humilde, muy humilde, y consigues llegar a la universidad en un país como Nepal, y a los veinte años todos tus proyectos y deseos de seguir formándote y de aprender se te vienen abajo porque ha llegado el momento de tu matrimonio, entonces igual no eres muy de sonreír. Si eres de la llanura, a muchos kilómetros del Himalaya, y quieres ser guía de montaña, una profesión de hombres, y en tus primeros años de trabajo recibes comentarios negativos y reprobación de algunos compañeros de oficio, quizá tampoco te queden muchas ganas de sonreír. Pero si de cuando en cuando alguien valora tu trabajo y tu indestructible determinación por lograr tus sueños, la sonrisa que brota vale por todas aquellas que no pudiste esbozar en los malos momentos.

 En lo alto del Larke Pass (inglés), Larke La (tibetano) o Larke Bhanyang (nepalí), culmen del circuito del Manaslu. Bhagwati, con los brazos en cruz.

   Bhagwati nos cuenta su historia, su lucha, su tesón, en este vídeo, con un inglés algo pobre pero que ha mejorado bastante desde entonces. Existe en Pokhara, la segunda ciudad más poblada de Nepal, una agencia de trekking dirigida por tres hermanas, 3 Sisters Adventure Trekking, que tiene en nómina a una quincena de mujeres como guías de montaña, a las que ellas mismas han formado. Para algunas extranjeras que viajan solas a Nepal y desean realizar algún trekking con guía, puede resultar algo incómodo pasar unos días o varias semanas con un varón desconocido. En el mes de mayo de este año, una joven holandesa contrató los servicios de Bhagwati para realizar el circuito del Manaslu más la variante del valle de Tsum, tres semanas en total. Como el permiso para el Manaslu cuesta doble yendo en solitario, lo compartió con un barcelonés, Xavi. Al inicio de la ruta encontraron a un australiano, Daniel, que viajaba solo con su guía-porteador, y los cinco hicieron piña de principio a fin, como una familia multicultural y multinacional.

 
Tapando todos los resquicios para que el fuerte viento de las alturas, unido al sol y la nieve, no haga mella en la piel. Más de uno acabó del color del cangrejo.

  Bhagwati comenzó su experiencia montañera en el año 2007, trabajando dos años como porteadora. Prácticamente todos los guías de montaña en Nepal comenzaron porteando, aprendiendo el oficio de la montaña desde abajo. Cuando tienes que cargar con 30 ó 40 kilos durante días o semanas en altitud, adquieres una base física impagable para luego estar a la altura del puesto cuando las responsabilidades aumentan tras el ascenso a guía.

  


No hay comentarios:

Publicar un comentario