viernes, 22 de agosto de 2014

Bailando con mastines


Este simpático personajillo que nos encontramos el otro día por el monte no daba precisamente miedo. Pero cuando llamó a sus primos mayores de Zumosol, la cosa cambió de inmediato. Nada menos que siete magníficos ejemplares de mastín y tres perros de carea vigilaban y guardaban de cerca un rebaño formado por 1.400 ovejas y cabras en la cabecera del valle de Valverde, en la comarca de Luna.


Mientras uno de los mastines más jóvenes e inquietos daba la voz de alarma al grupo ante la llegada de dos desconocidos, el resto del equipo despertó de su falso letargo y con ladridos cadenciosos y graves, sin prisa, pero sin pausa, fue tomando posiciones entre nosotros y el rebaño. Una hembra y un macho, que por su majestuosidad debían de ser los jefes de la manada, se acercaron solemnemente a inspeccionarnos de cerca, sin mostrar agresividad alguna, pero dejándonos claro que por allí, sin su beneplácito, no habríamos de pasar. Afortunadamente, la llamada del pastor, que se acercaba seguido de cerca por los careas, rompió de un plumazo la situación de alerta e hizo que inmediatamente los soldados se relajaran y volvieran a su rutina con paso cansino.


Pepe, natural de San Emiliano, lleva 47 de sus 61 años de vida pastoreando ovejas y cabras en la zona. El rebaño que cuida es el más numeroso de los cuatro que todos los veranos pastan en el amplio territorio entre Abelgas y Salce.

-Menudos guardaespaldas que lleva usted...
-¡Cómo para no tenerlos!
-¿Le da mucha lata el lobo?
-A mí no, gracias a estos -señala a sus aliados caninos- pero creo que por La Cueta (Babia) este año están dando muchos problemas...

En su casi medio siglo de profesión Pepe no ha tenido que lamentar ni una sola baja en su rebaño por un ataque de lobos. Es evidente que con la protección que tiene el ganado, los lobos van a buscarse el sustento por otros lares.

-Hasta tres lobos he visto yo matar a los mastines. Cuando están juntos no hay quien pueda con ellos.



Tras unos agradables minutos de conversación dejamos a Pepe seguir camino con su rebaño, pertrechado con su cayado, su zurrón y unos potentes prismáticos para que nada escape a su control. Los mastines hace rato que nos ignoran y ni siquiera hacen ademán de despedirse.

Poco más adelante, ya en el entorno de El Laguillín, otro pequeño rebaño (esta vez del pueblo de Salce) nos sale al encuentro. Aunque los mastines no hacen acto de presencia esta vez, optamos por dar un pequeño rodeo y dejar paso franco a las ovejas. Opción acertada, pues pocos minutos después ya suben a nuestro encuentro un par de mastines ladrando entre las escobas. Mueven el rabo y no parecen excesivamente molestos, así que los esperamos con tranquilidad, los llamamos y, dándonos por enterados de que el trato es permanecer a distancia prudencial del rebaño, nos despedimos en buenos términos.


El día perruno no ha terminado todavía. Un nuevo rebaño está desplazándose por el entorno de la majada de La Muela, un poco apartado de nuestro camino, pero los mastines que lo cuidan y que se habían entretenido marcando territorio frente a los anteriores, siguen ahora ladrándonos a nosotros amenazadoramente. Enseguida aparece Arcadio, el pastor, rodeado de otros tres careas que no paran de ladrar.


Arcadio, que también lleva casi cinco décadas como pastor, mantiene un rebaño de unas 600 cabezas. Afirma, convencido, que "los políticos sueltan lobos y osos a camionaos por el monte...¡Que los suelten en las fincas suyas, que nosotros ya lo tenemos bastante difícil para sobrevivir!" Se considera, en cualquier caso, muy afortunado, porque tampoco el lobo ha atacado nunca su rebaño. "La única oveja que me comieron fue una que tuve que dejar porque se quebró una pata. La dejé por la noche para volver a la mañana siguiente a entablillarla y cuando llegué no habían dejado ni rastro de ella".


Menos suerte ha tenido una vecina de Abelgas a la que los lobos le llegaron a matar una quincena de ovejas una noche en que algunas quedaron extraviadas en el monte. Está claro que el lobo es un vecino molesto para los pastores y sus rebaños, pero mientras existan buenos mastines, la pacífica coexistencia está garantizada.

martes, 5 de agosto de 2014

OSOS Y LOBOS. Comportamiento y conservación de los grandes carnívoros en la Cordillera Cantábrica



   Este libro trata sobre los fascinantes sistemas de celo de los osos pardos, de cómo y porqué cambian sus patrones de alimentación, y de cómo la ecología trófica de los lobos condiciona su sociabilidad y la cohesión dentro de su unidad social, el grupo.

   Todo ello desde la perspectiva de la Biología de la Conservación, una disciplina que busca conocer e informar con argumentos sólidos sobre los problemas a los que se enfrentan las poblaciones de especies amenazadas y vulnerables, problemas que casi siempre tienen su origen en nosotros, los humanos.

   En este caso, el objetivo son los grandes carnívoros –osos y lobos– que habitan la Cordillera Cantábrica. Los retos de conservar sus poblaciones viables y funcionales pasan por la forma en que nosotros mismos nos comportemos con estos incómodos y formidables vecinos, y van a suponer, en definitiva, la medida de nuestro compromiso real de respeto por la naturaleza.

   Alberto Fernández Gil es biólogo naturalista y trabaja desde hace tres décadas en la Cordillera Cantábrica tratando de conocer y documentar la vida y costumbres de aves y mamíferos con el objetivo de facilitar su conservación: desde censar urogallos (cuando aún había tantos que parecía inimaginable llegar al punto actual), rebecos, ciervos o rapaces, hasta estudiar la ecología y el comportamiento de los osos cantábricos (su principal ocupación profesional en los últimos 20 años) y tratar de conocer su número y dinámica (desde cuando había tan pocos que daba vértigo) o más recientemente sobre los problemas crónicos y cambiantes de los conflictos que nos plantea a los humanos el reto de compartir el paisaje con osos y lobos, y al tiempo garantizar su conservación funcional.

   Desde hace unos años trabaja en el Departamento de Biología de la Conservación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), bajo los auspicios de Miguel Delibes y Eloy Revilla. El presente trabajo ha sido posible gracias a la generosa dirección de Javier Naves y Mario Quevedo.



ÍNDICE DEL LIBRO:

PRÓLOGO

RESUMEN
ABSTRACT 

INTRODUCCIÓN
Osos y lobos: la importancia de los grandes carnívoros en los ecosistemas.
Peculiaridades del estudio de grandes carnívoros en ambientes humanizados.
La biología de la conservación como marco de estudio.
Historia natural y comportamiento como herramientas.

OBJETIVOS GENERALES
Comportamiento y sistemas de celo de grandes carnívoros que sobreviven en pequeñas poblaciones.
Abundancia y monitoreo de poblaciones de grandes carnívoros.
Ecología trófica de grandes carnívoros y situaciones de conflicto en ambientes humanizados.

ÁREAS DE ESTUDIO, POBLACIONES Y MÉTODOS GENERALES
La Cordillera Cantábrica y la Meseta del Duero.
Población de osos pardos de la Cordillera Cantábrica.
Población de lobos del Noroeste Ibérico.
Métodos generales.

RESULTADOS

Capítulo 1. Comportamiento de celo de los osos pardos en la Cordillera Cantábrica.
Capítulo 2. Infanticidio sexual en una población amenazada.
Capítulo 3. Abundancia y monitoreo por observación directa de una población de osos.
Capítulo 4. El comportamiento social de los lobos condiciona las estimas de tamaño de grupo.
Capítulo 5. Cambios a lo largo del tiempo en los hábitos tróficos de los osos cantábricos.
Capítulo 6. Factores que afectan a los cambios a largo plazo en los hábitos tróficos de los osos pardos cantábricos.
Capítulo 7. Situaciones de conflicto en el manejo y la conservación de grandes carnívoros: los daños de osos y lobos en Asturias.

DISCUSIÓN GENERAL
Los grandes carnívoros en ambientes humanizados.
Plasticidad etológica y conservación de grandes carnívoros en ambientes humanizados.
Comportamiento de celo y estrategias reproductivas.
Abundancia y monitoreo: la importancia del comportamiento y la ecología de las poblaciones locales.
Presencia de grandes carnívoros en áreas humanizadas: situaciones de conflicto.
Comportamientos sociales: ¿qué se está perdiendo?
La conservación de grandes carnívoros en ambientes humanizados: funcionalidad y áreas naturales.
Investigación, divulgación y conservación.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

CONCLUSIONES

EPÍLOGO

AGRADECIMIENTOS



INTERIOR DEL LIBRO: