LO DIVINO Y LO HUMANO
La inclinación de un buen amigo a fotografiar retablos (…y
no miro para Julio) debe de ser contagiosa, pues desde que me ha dado por
fijarme en la iconografía religiosa tampoco yo puedo dejar de fotografiarlos.
Debo reconocer, sin embargo, que más que por el gusto estético o por la calidad
artística demostrada por sus autores, a mí se me van los ojos hacia otro tipo
de detalles insignificantes que me llevan a reflexionar dónde está el límite
entre el Bien y el Mal, entre lo Divino y lo Humano…
Por ejemplo, los Santos —que deberían ser eso, santos y buenecitos— son muy
dados a maltratar al Demonio que, al fin y al cabo, suele ser un personaje
gracioso y con cuernecitos al que San Miguel y otros colegas se empeñan en
pisotear y denigrar. Me pregunto si las organizaciones pro derechos humanos no
alzarán su voz algún día a favor de este pobre desgraciado abrasado todo el día
entre las llamas del infierno…
* No me digáis que no tiene una carita de buena persona, este demonio...
* Y este otro, partiéndose de la risa, es genial...
* La sota de espadas vengativa como ella sola.
* Y este de aquí arriba es mi preferido, San Bartuelo, que no viene de desollar a nadie,
aunque así lo parezca, sino que es su propia piel, el pobrecito mío...
En otras ocasiones los santos no pisotean, pero son belicosos y se toman la justicia divina por su mano repartiendo mandobles a diestro y
siniestro…
Los hay que, aunque más pacíficos, son sencillamente FEOS...o dicho de otra manera, "poco agraciados desde el punto de vista estético"...
* De tal palo, innegable tal astilla... Pase la cara colorada de San Antonio,
pero el Niño Jesús clonado es muy fuerte...
* Y con este pobre San Salvador, el artista no entendió bien lo de "caída de ojo", a mi parecer...
Algunos se juntan para formar procesiones
tenebrosas, como esta colección de la Sacristía del Convento de Corias, en la
que —dicen las malas lenguas—se inspiró Michael Jackson para su videoclip de
Thriller…
* It's close to midnight and something evil's lurking in the dark.....
No todo es maldad entre los santos. Hay alguno que ha
sufrido en carnes propias aquello del “ojo por ojo”…
Y algunos otros que, con cara de buenecitos, parecen
lamentarse de tanto mal suelto por el mundo…
(aunque algún malpensado afirme que están hablando por el teléfono
móvil y pidiendo una pizza cuatro quesos).
Finalmente, y esto afecta mucho al bueno de San Antonio o a
la avispada de Santa Bárbara, hay que achacarles su sempiterno materialismo.
Siempre pidiendo a cambio de favores: que si te cuido el ganado, que si no me
das algo “mal rayo te parta”… Está visto que es más fácil prohibir la
mendicidad callejera que la institucional. Además de rezar con fervor, hay
que cotizar y soltar la mosca si no deseas que caigan sobre ti los peores
designios divinos...
En fin, vivir para ver, Nuestra Señora nos valga o, en su caso, alguna tierna imitación customizada en ganchillo para la ocasión.
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