(*) María del Acebo, protagonista de la portada de Cangas. Guía Completa.
Fue por el mes de febrero hace
dos años. Era un día de invierno despejado y frío. Estábamos de paso por Cangas
y decidimos subir al Acebo a disfrutar desde allí de las vistas panorámicas.
Era probablemente lunes o martes y el santuario estaba desierto. Hicimos fotos,
curioseamos un poco y paramos a charlar con María que, cubierta con una
pañoleta para protegerse del aire frío y un sombrero de paja para evitar el
traicionero sol de febrero, tejía hábilmente unos calcetines con sus cuatro
agujas. Cómo me gustan esos calcetines y qué calentitos deben de ser. Me
recuerdan a los que hacía mi abuela. Bastaron dos minutos para que María me
ofreciera unos que tenía acabados y que le resultaban pequeños a la persona
para quien estaban destinados. Quédatelos
si te valen. Claro que sí, pero me los cobras. Ni hablar. No hubo forma de
convencerla de que aquella maravilla tenía un precio. Se empeñó en
regalármelos. Seguimos charlando de su azarosa y complicada vida, de su
vinculación al Acebo, del Patalico, de las romerías de antaño. Charlamos de sus
avellanas, de las Parralas, de don Herminio, del domingo'i tras, del poyu.
Pasaba el tiempo y el sol iba girando y perdiendo fuerza mientras el mundo de
María se iba haciendo cada vez más intenso y más presente. Nos despedimos con
nostalgia, con la promesa de regresar a verla. Que la Virgen del Acebo os guarde. Llegamos a casa y al ver las
fotos, supe que una de ellas sería la portada de la guía de Cangas. ¿Qué guía de Cangas? Ni siquiera nos
habíamos planteado comenzar a hacerla, pero hay decisiones que en lugar de
tomarlas te toman a ti.
(*) Charlando con María en febrero de 2012
Volví a visitar a María hace unos
meses. No se acordaba de mí. Le llevé unos dulces y un secreto. María, estamos haciendo un libro y vas a ser
la protagonista de la portada, pero no se lo digas a nadie. Así me lo
prometió. María es de las que saben
contar historias y también de las que saben callarlas. No sé si su humildad le
hará algún día ser consciente de que resulta inspiradora, pero para los que
veáis su imagen en la guía y os preguntéis el por qué, aquí está la explicación. María'l
Acebo , María las Avellanas, María de Fonceca, María, es para
mí la síntesis y la inspiración de este bello, complejo y extenso concejo de
Cangas del Narcea.
Ayer era un día frío de invierno, un
día triste y lluvioso. La niebla desdibujaba el paisaje allá arriba en El Acebo. Habíamos subido con la intención de regalarle el libro a María y cerrar el círculo iniciado dos años atrás... y sí, lo hemos cerrado, pero sin saber
cómo ni cuándo nos hemos quedado dentro y atrapados sin remedio...
Ya bona pena que nun se pueda mercar la guía de Cangas na vuesa web de Calecha Ediciones. Ehi vos van un par d´ideas: tienda online ya versión n`asturianu de los vuesos l.libros. Gracias pol vuesu trabachu!
ResponderEliminarYa vi en Oviedo que ta a la venta la Guía Completa de Cangas del Narcea, gran labor, teniendo en cuenta el territorio que abarca. Enseguida habrá que hacese con ella, gracies.
ResponderEliminarHola. Soy una asturiana de Bornazal que llevo desde los 18 años en Madrid. Me acuerdo de María mucho y las veces que voy allí me la encuentro en el Acebo vendiendo sus estampas, medallas, cadenas y todo lo demás. Siempre que nos vemos me da unos buenos abrazos. Es una persona encantadora, cariñosa y humana.
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