martes, 30 de diciembre de 2014

Año nuevo, vida vieja


El año 2014 comenzó para Calecha con la edición de la Guía Completa de Cangas del Narcea, para continuar su recorrido con la Guía de rutas a pie por Omaña. Nos paseamos seguidamente por la Cordillera Cantábrica con Alberto Fernández Gil y su libro de Osos y Lobos. Subimos a continuación «al cielo» con una biografía muy especial, la de María del Acebo, que nos sacó sonrisas y lágrimas a partes iguales, y finalizamos con el Mapa de Omaña, que ha sido la última publicación de este año.

Satisfechos, pues, de lo alcanzado, sólo nos queda dar las gracias a todos los que hacéis posible este milagro que, hoy en día, supone atreverse a editar o, en general, arriesgarse a emprender cualquier actividad o negocio. Contamos, además de con vuestro generoso apoyo, con la satisfacción que da el poder dedicarnos a lo que nos gusta y, sobre todo, poder hacerlo al margen de subvenciones y apoyos financieros públicos o privados.

Para nosotros, el año termina de igual manera que lo empezamos, con las botas puestas y trabajando en lo mejor que sabemos o podemos hacer; descubriendo rutas y oteando nuevos horizontes; hilvanando recuerdos y recuperando historias. Al 2015 no le pedimos más de lo acostumbrado, ¡qué la fuerza nos acompañe para mantener el rumbo! Lo dicho, gracias a todos, y mucho ánimo para seguir caminando. ¡Año Nuevo, Vida Vieja!

jueves, 4 de diciembre de 2014

OMAÑA. MAPA EXCURSIONISTA Y TURÍSTICO



  El mapa de Omaña es un mapa topográfico de escala 1:50.000 con tintas hipsométricas y sombreado de relieve. Incluye información de carreteras, pistas forestales, caminos y senderos. También se incluyen las fuentes, cascadas, bosques de interés, árboles centenarios, parajes de interés, lagunas e información turística, como centros de interpretación, alojamientos y localidades con arquitectura de interés.

Incluye al completo los municipios de Murias de Paredes y Riello, los más grandes de la comarca de Omaña y la práctica totalidad del de Valdesamario. El municipio de Soto y Amío sólo incluye su mitad occidental, ya que la oriental pertenece ya a la comarca de Luna.

Principales referencias del mapa:

- Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna
- Sierra de Villabandín
- Sierra de Gistredo
- Abedulares de Murias de Paredes
- Robledales de Riello
- Alto Tremor

  Intentando definir Omaña con pocas palabras se podría escoger "silencio", por la tranquilidad sonora de su territorio; "pureza" ya que quizá sea la comarca más limpia y pura de toda la provincia de León; "abedul", porque los abedulares del municipio de Murias de Paredes están en lo más alto del escalafón europeo; "roble" es el árbol que inunda loma tras loma del término de Riello, con numerosos ejemplares multicentenarios; "espadaña", debido a que una de las imágenes que quedará fija en nuestra retina es la belleza del campanario de casi todas sus iglesias; "urogallo", que se refugia en los bosques de Omaña, algo que lo que casi ninguna comarca cantábrica puede presumir ya.


Características del mapa:
Autor: Alberto Álvarez Ruiz
P.V.P.: 10 €
I.S.B.N.: 978-84-940951-7-7
Año 2014
Dimensiones: 99 x 45,8 cm. (abierto) y 11 x 22,4 cm (plegado)
Escala: 1:50.000
Equidistancia curvas de nivel: 20 metros
Equidistancia curvas maestras: 100 metros
Cuadrícula UTM cada kilómetro
Coordenadas Geográficas cada 5´
Carreteras
Pistas forestales, caminos, senderos y recorridos señalizados con hitos
Senderos de Pequeño Recorrido (PR) y de Gran Recorrido (GR 203)
Aparcamientos, merenderos y fuentes

Iglesias y ermitas
Puentes de interés
Estaciones de servicio
Asentamientos castreños
Alojamientos: hoteles, alojamientos rurales, albergues, cámpings
Árboles monumentales y bosques de interés



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lunes, 6 de octubre de 2014

Una batalla de agárrate que te esperas...


María perdió toda la dentadura a los veintiocho años de edad, lo cual no es óbice para que su sonrisa haya conquistado a Calecha Ediciones para convertirla de nuevo en musa de su más reciente publicación.

María sonríe con su dentadura de postín, pero sonríe sobre todo con sus ojos y con el corazón; sonríe a una vida que no la ha tratado nada bien y con la que ha tenido que luchar a brazo partido para salir adelante. María sonríe y muestra en su rostro las huellas del duro camino que ha tenido que recorrer. María sonríe y nos regala unas avellanas tostadas con mimo, un sabio consejo, una estampa de la Santa del Acebo o un cantarín picante. María sonríe y desgrana en este libro sus recuerdos y su historia; sus muchas pesadillas y sus contadas alegrías; sus peripecias y su singular lucha contra los avatares del destino, «…porque ahora yá no duraré mucho, ya pa eso, pa que–ys quede un recuerdo al público de lo que trabajéi».

Una pequeña biografía de una gran mujer, narrada en primera persona desde la modestia y la frescura que la caracterizan, con toques de tragedia y de humor a partes iguales, capaz de empequeñecer nuestras miserias y hacernos descubrir que los héroes y heroínas no son los que salen en las películas, sino algunas de esas personas invisibles que nos cruzamos a diario.


Con todos ustedes, señoras y señores, para leer y disfrutar, pero sobre todo, para  aprender mucho de la vida: «María. Del Acebo al Cielo».

domingo, 5 de octubre de 2014

MARÍA. DEL ACEBO AL CIELO. Contenido del libro




  María de Fonceca, María l’Acebo o María la Avellanera —que por todos estos nombres es conocida la protagonista— no necesita presentación en su tierra. Su genio, su fuerza y su alegría han logrado transformar a esta octogenaria mujer en uno de los personajes más carismáticos y queridos del concejo de Cangas del Narcea. Desde muy niña se vio abocada a afrontar con entereza los rigores y contratiempos que el destino le tenía preparados, saliendo a veces indemne de los envites del destino y en ocasiones con imborrables cicatrices en el alma. Para aquellos foráneos que desconozcan su historia, pero también para los propios vecinos del municipio, esta biografía es un repaso de las vivencias de su protagonista, pero también de los últimos ochenta años de la vida local.

   «Yo nunca hice daño a nadie, o creo que nunca hice daño a nadie, ya me gustaría que me recordaran porque ahora yá no duraré mucho, porque tengo ochenta y tres años. Ya pa eso, pa que-ys quede un recuerdo a la familia ya al público de mi vida ya de lo que trabajéi».


ÍNDICE DEL LIBRO:

Prólogo

La vida es un pañuelo y, a veces, bien borroso

María A. Fernández
La casa del Plateiro
Contéi que reventara
De derechas o de izquierdas, o la madre del cordero
Que no haiga una guerra como la que pasóu
¡Qué pena de vida!

La mejor vida que paséi

Un saco de avellanas
El que no coxea de un pie, coxea de los dos
Cantarines
No las hagas, no las temas
Iban namás a pañate
Namás que el sol y la luna
Como si fuera un crimen

El Puerto, Dios lo dea a quien lo desee

El Puerto de Leitariegos
¿Quién me defiende?
La nieve
Petra y Perico
No sin mi gocha
Más xanzaina que berzas
La Chapona de Bimeda
No soy a perdonar
El xato

Una vida muy arrastrada

Regreso a Fonceca
Milín y su acordeón
¡Dejéilo feito un cristo!
La sinvergonzonería que hay
Dios da el frío según la ropa

Del Acebo al Cielo (con un abujero pa velo)

Nuestra Señora del Acebo
Tonta no, pero alfabeta sí
Por lo más terremoto del mundo
¡A saber con quién bailóu!

Parezme que no merezo tanto

La monda negra
La vida, ver, veola muy chunga
Qué dicen de María
Agradecimientos



INTERIOR DEL LIBRO:






viernes, 22 de agosto de 2014

Bailando con mastines


Este simpático personajillo que nos encontramos el otro día por el monte no daba precisamente miedo. Pero cuando llamó a sus primos mayores de Zumosol, la cosa cambió de inmediato. Nada menos que siete magníficos ejemplares de mastín y tres perros de carea vigilaban y guardaban de cerca un rebaño formado por 1.400 ovejas y cabras en la cabecera del valle de Valverde, en la comarca de Luna.


Mientras uno de los mastines más jóvenes e inquietos daba la voz de alarma al grupo ante la llegada de dos desconocidos, el resto del equipo despertó de su falso letargo y con ladridos cadenciosos y graves, sin prisa, pero sin pausa, fue tomando posiciones entre nosotros y el rebaño. Una hembra y un macho, que por su majestuosidad debían de ser los jefes de la manada, se acercaron solemnemente a inspeccionarnos de cerca, sin mostrar agresividad alguna, pero dejándonos claro que por allí, sin su beneplácito, no habríamos de pasar. Afortunadamente, la llamada del pastor, que se acercaba seguido de cerca por los careas, rompió de un plumazo la situación de alerta e hizo que inmediatamente los soldados se relajaran y volvieran a su rutina con paso cansino.


Pepe, natural de San Emiliano, lleva 47 de sus 61 años de vida pastoreando ovejas y cabras en la zona. El rebaño que cuida es el más numeroso de los cuatro que todos los veranos pastan en el amplio territorio entre Abelgas y Salce.

-Menudos guardaespaldas que lleva usted...
-¡Cómo para no tenerlos!
-¿Le da mucha lata el lobo?
-A mí no, gracias a estos -señala a sus aliados caninos- pero creo que por La Cueta (Babia) este año están dando muchos problemas...

En su casi medio siglo de profesión Pepe no ha tenido que lamentar ni una sola baja en su rebaño por un ataque de lobos. Es evidente que con la protección que tiene el ganado, los lobos van a buscarse el sustento por otros lares.

-Hasta tres lobos he visto yo matar a los mastines. Cuando están juntos no hay quien pueda con ellos.



Tras unos agradables minutos de conversación dejamos a Pepe seguir camino con su rebaño, pertrechado con su cayado, su zurrón y unos potentes prismáticos para que nada escape a su control. Los mastines hace rato que nos ignoran y ni siquiera hacen ademán de despedirse.

Poco más adelante, ya en el entorno de El Laguillín, otro pequeño rebaño (esta vez del pueblo de Salce) nos sale al encuentro. Aunque los mastines no hacen acto de presencia esta vez, optamos por dar un pequeño rodeo y dejar paso franco a las ovejas. Opción acertada, pues pocos minutos después ya suben a nuestro encuentro un par de mastines ladrando entre las escobas. Mueven el rabo y no parecen excesivamente molestos, así que los esperamos con tranquilidad, los llamamos y, dándonos por enterados de que el trato es permanecer a distancia prudencial del rebaño, nos despedimos en buenos términos.


El día perruno no ha terminado todavía. Un nuevo rebaño está desplazándose por el entorno de la majada de La Muela, un poco apartado de nuestro camino, pero los mastines que lo cuidan y que se habían entretenido marcando territorio frente a los anteriores, siguen ahora ladrándonos a nosotros amenazadoramente. Enseguida aparece Arcadio, el pastor, rodeado de otros tres careas que no paran de ladrar.


Arcadio, que también lleva casi cinco décadas como pastor, mantiene un rebaño de unas 600 cabezas. Afirma, convencido, que "los políticos sueltan lobos y osos a camionaos por el monte...¡Que los suelten en las fincas suyas, que nosotros ya lo tenemos bastante difícil para sobrevivir!" Se considera, en cualquier caso, muy afortunado, porque tampoco el lobo ha atacado nunca su rebaño. "La única oveja que me comieron fue una que tuve que dejar porque se quebró una pata. La dejé por la noche para volver a la mañana siguiente a entablillarla y cuando llegué no habían dejado ni rastro de ella".


Menos suerte ha tenido una vecina de Abelgas a la que los lobos le llegaron a matar una quincena de ovejas una noche en que algunas quedaron extraviadas en el monte. Está claro que el lobo es un vecino molesto para los pastores y sus rebaños, pero mientras existan buenos mastines, la pacífica coexistencia está garantizada.

martes, 5 de agosto de 2014

OSOS Y LOBOS. Comportamiento y conservación de los grandes carnívoros en la Cordillera Cantábrica



   Este libro trata sobre los fascinantes sistemas de celo de los osos pardos, de cómo y porqué cambian sus patrones de alimentación, y de cómo la ecología trófica de los lobos condiciona su sociabilidad y la cohesión dentro de su unidad social, el grupo.

   Todo ello desde la perspectiva de la Biología de la Conservación, una disciplina que busca conocer e informar con argumentos sólidos sobre los problemas a los que se enfrentan las poblaciones de especies amenazadas y vulnerables, problemas que casi siempre tienen su origen en nosotros, los humanos.

   En este caso, el objetivo son los grandes carnívoros –osos y lobos– que habitan la Cordillera Cantábrica. Los retos de conservar sus poblaciones viables y funcionales pasan por la forma en que nosotros mismos nos comportemos con estos incómodos y formidables vecinos, y van a suponer, en definitiva, la medida de nuestro compromiso real de respeto por la naturaleza.

   Alberto Fernández Gil es biólogo naturalista y trabaja desde hace tres décadas en la Cordillera Cantábrica tratando de conocer y documentar la vida y costumbres de aves y mamíferos con el objetivo de facilitar su conservación: desde censar urogallos (cuando aún había tantos que parecía inimaginable llegar al punto actual), rebecos, ciervos o rapaces, hasta estudiar la ecología y el comportamiento de los osos cantábricos (su principal ocupación profesional en los últimos 20 años) y tratar de conocer su número y dinámica (desde cuando había tan pocos que daba vértigo) o más recientemente sobre los problemas crónicos y cambiantes de los conflictos que nos plantea a los humanos el reto de compartir el paisaje con osos y lobos, y al tiempo garantizar su conservación funcional.

   Desde hace unos años trabaja en el Departamento de Biología de la Conservación de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), bajo los auspicios de Miguel Delibes y Eloy Revilla. El presente trabajo ha sido posible gracias a la generosa dirección de Javier Naves y Mario Quevedo.



ÍNDICE DEL LIBRO:

PRÓLOGO

RESUMEN
ABSTRACT 

INTRODUCCIÓN
Osos y lobos: la importancia de los grandes carnívoros en los ecosistemas.
Peculiaridades del estudio de grandes carnívoros en ambientes humanizados.
La biología de la conservación como marco de estudio.
Historia natural y comportamiento como herramientas.

OBJETIVOS GENERALES
Comportamiento y sistemas de celo de grandes carnívoros que sobreviven en pequeñas poblaciones.
Abundancia y monitoreo de poblaciones de grandes carnívoros.
Ecología trófica de grandes carnívoros y situaciones de conflicto en ambientes humanizados.

ÁREAS DE ESTUDIO, POBLACIONES Y MÉTODOS GENERALES
La Cordillera Cantábrica y la Meseta del Duero.
Población de osos pardos de la Cordillera Cantábrica.
Población de lobos del Noroeste Ibérico.
Métodos generales.

RESULTADOS

Capítulo 1. Comportamiento de celo de los osos pardos en la Cordillera Cantábrica.
Capítulo 2. Infanticidio sexual en una población amenazada.
Capítulo 3. Abundancia y monitoreo por observación directa de una población de osos.
Capítulo 4. El comportamiento social de los lobos condiciona las estimas de tamaño de grupo.
Capítulo 5. Cambios a lo largo del tiempo en los hábitos tróficos de los osos cantábricos.
Capítulo 6. Factores que afectan a los cambios a largo plazo en los hábitos tróficos de los osos pardos cantábricos.
Capítulo 7. Situaciones de conflicto en el manejo y la conservación de grandes carnívoros: los daños de osos y lobos en Asturias.

DISCUSIÓN GENERAL
Los grandes carnívoros en ambientes humanizados.
Plasticidad etológica y conservación de grandes carnívoros en ambientes humanizados.
Comportamiento de celo y estrategias reproductivas.
Abundancia y monitoreo: la importancia del comportamiento y la ecología de las poblaciones locales.
Presencia de grandes carnívoros en áreas humanizadas: situaciones de conflicto.
Comportamientos sociales: ¿qué se está perdiendo?
La conservación de grandes carnívoros en ambientes humanizados: funcionalidad y áreas naturales.
Investigación, divulgación y conservación.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

CONCLUSIONES

EPÍLOGO

AGRADECIMIENTOS



INTERIOR DEL LIBRO:






domingo, 6 de julio de 2014

OMAÑA. 40 RUTAS A PIE


Desde los excepcionales abedulares de Murias de Paredes a los numerosísimos robledales de Riello, las vegas de Valdesamario o las amplias extensiones ralas de Soto y Amío, la declarada por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera de Omaña ofrece al visitante una gran variedad de paisajes vegetales. También difiere orográficamente de las altas montañas del norte y oeste a las lomas suaves del oriente. Una comarca que rezuma historia,  con iglesias de una sobria belleza, abundantes blasones, viejísimos caminos y cañadas trashumantes, y una  de las mayores purezas paisajísticas de la provincia de León.

Cada ruta a pie del libro incluye un detallado mapa topográfico, perfil altitudinal, descripción precisa del desarrollo del itinerario y numerosas fotografías que permiten identificar las diferentes vistas que encontraremos durante el recorrido. Para aquellos que sólo deseen realizar itinerarios suaves o de corta duración, se ha incluido un listado de opciones, a partir de las 40 rutas descritas, con tramos de interés que se pueden realizar cómodamente.

Incluye:
- Sierras de Villabandín y Gistredo
- 44 mapas topográficos a todo color
- 615 fotografías
- Abundantes panorámicas para identificar cumbres


COMPRAR
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ÍNDICE DEL LIBRO:

Presentación

DATOS GENERALES
Sobre el libro
Omaña

MURIAS DE PAREDES
Mapa del municipio de Murias de Paredes
 
Ruta nº 1. Peña Vendimia
Ruta nº 2. Nevadín
Ruta nº 3. Tambarón (desde Vivero)
Ruta nº 4. Tambarón (desde Pto. de la Magdalena)
Ruta nº 5. Tambarón (desde Montrondo)
Ruta nº 6. Tambarón (desde Fasgar)
Ruta nº 7. Peña Carnicera y Campo
Ruta nº 8. Fernán Pérez
Ruta nº 9. Pena Cefera y Llaos de Baucín
Ruta nº 10. Cueto Suspirón
Ruta nº 11. Valdepozo y Sierra de Uceo
Ruta nº 12. Las Chanas de Posada
Ruta nº 13. La Campona y los acebos de Villanueva
Ruta nº 14. La Brañuela y La Campona
Ruta nº 15. La vega de Sabugo
Ruta nº 16. El Miro el Pajarín
Ruta nº 17. La Cañada, Rabinalto y Peña la Arena

RIELLO
Mapa del municipio de Riello

Ruta nº 18. Cumbral y Pico Pelao
Ruta nº 19. Cueto Agudo y Pico Pelao
Ruta nº 20. Pico de Paredarienza
Ruta nº 21. El Laguillín de Salce
Ruta nº 22. Sierra de La Filera
Ruta nº 23. La Revuelta la Peña
Ruta nº 24. Monte de los Frailes y El Cuartero
Ruta nº 25. De Villarín a La Urz
Ruta nº 26. Sierra de Villar de Omaña
Ruta nº 27. Las Fornias
Ruta nº 28. Los Cousos y Cueto de Rosales
Ruta nº 29. Cueto de Rosales (desde Rosales)
Ruta nº 30. La Salsa
Ruta nº 31. Vegas de La Omañuela y Guisatecha
Ruta nº 32. Riello, Pandorado y La Velilla
Ruta nº 33. Abesedo de Arroyos y Mina La Cobriza

VALDESAMARIO - SOTO Y AMÍO
Mapa de Valdesamario y Soto y Amío

Ruta nº 34. Pozo Fierro
Ruta nº 35. Cueto de la Hoja
Ruta nº 36. Explotaciones romanas de Paladín
Ruta nº 37. Castro y vegas de Villaceid
Ruta nº 38. Los Altos
Ruta nº 39. Matacorral
Ruta nº 40. La Matona y el Cordel de Merinas

APÉNDICES
Paseos y rutas fáciles
Listados
Bibliografía y cartografía



INTERIOR DEL LIBRO:











domingo, 16 de marzo de 2014

Cara o cruz

"Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua".
Monsieur Antoine Saint-Exupéry
(Verdad-verdadera)

***

Habían pasado tan sólo un puñado de años desde la lucha contra el francés y en las montañas de León resonaban todavía los ecos de la Guerra de la Independencia, una guerra que terminó con las reales y absolutas posaderas de Fernando VII sobre el trono español.

Don Saturnino Melcón volvía de la feria de Astorga, en donde la venta de dos vacas había reportado buenos beneficios a sus menguadas arcas. La tarde de aquella desapacible jornada de febrero se le había caído encima mucho antes de lo que hubiera deseado. Venteó el aire, que anunciaba ya la próxima tormenta y, aconsejado por la experiencia de sus años, decidió tomar un rumbo diferente para regresar a su hogar. La pobreza campaba a sus anchas por todas partes y los malhechores y bandidos caían sobre comerciantes y peregrinos tendiéndoles emboscadas en los lugares de paso frecuente. Buen conocedor del terreno, dirigió  los pasos de su mulo hacia un atajo que conocía, un sendero de pastores que, en línea recta atravesaba la barrera montañosa  para caer directamente al otro lado sobre su pueblo y propiedades.

Sí. Había calculado mal don Saturnino y la noche se le echaba ya encima cuando empezaron a caer los primeros trapos. Paciencia, pensó, y se arrebujó aún más en la ajada manta que le acompañaba en sus itinerancias. El mulo, con su paso monótono y cansino, parecía indiferente al fantasmal paisaje que comenzaba a rodearle. Iría, seguramente, pensando en el calor del pesebre cuando su instinto le hizo erguir las orejas y bufar intranquilo. Habían alcanzado el cordal y la claridad que proporcionaba la nieve caída permitía distinguir con meridiana claridad los pequeños conjuntos de rocas que sobresalían a uno y otro lado de la senda.  Don Saturnino, reconfortado ya por el archiconocido entorno no estaba preparado para la reacción de su cabalgadura cuando ésta, espantada por la presencia de dos lobos, alzó las patas delanteras y dejó caer el pesado cuerpo de su jinete mientras poseída del fuego interno de la supervivencia coceaba al aire a diestro y siniestro, sin que los lobos, que se adivinaban como cuatro puntos de luz sobre las rocas cercanas, hubieran hecho el más mínimo ademán de acercarse.

A duras penas consiguió el viejo levantarse del duro suelo. No tenía nada roto, pero sí magulladuras de importancia. Recogió las pertenencias que se habían esparcido por el entorno, empuñó un par de afilados guijarros por si aquellos hijos del demonio decidían atacarle, sujetó con dificultad al mulo y, conduciéndolo —o más bien arrastrándolo— con firmeza, continuó recorrido cantando a voz en pecho, mientras hacía acopio de  todo su valor y rezaba a su manera para infundirse los ánimos que le flaqueaban.

Los ladridos de los perros le dieron la bienvenida al pueblo cuando ya, de madrugada, se aventuró por sus callejas hasta recalar en su hogar. Fue entonces, mientras descargaba sus bultos  y liberaba al animal de sus aparejos, cuando echó mano a la bolsa en la que guardaba sus ganancias. Instintivamente supo que faltaban algunas monedas y no le llevó más de un segundo darse cuenta de dónde las había perdido.

No durmió bien aquellas pocas horas. Antes del amanecer salía de nuevo rumbo al collado, deshaciendo el camino andado para buscar el lugar exacto en el que el mulo le había echado al suelo. Lo halló sin mucha dificultad, pero no así las monedas, por mucho que rebuscó entre urces y escobas.  Allí dejó la ganancia de la feria y el sustento de la familia para los próximos meses.

Madame Antoine La Fantastique
(Verdad quizás no tan verdadera)

***

"Los mayores secretos se esconden en los lugares más insospechados".
Roald Dahl
(Verdad Superverdadera)

***

Es sábado casi primaveral. El termómetro del coche marca, sin embargo,  4º C cuando los dos excursionistas se disponen a iniciar la ruta. El sol y la subida van calentando los músculos de los caminantes mientras la nieve, todavía dura y crujiente en las zonas de sombra, permite andar cómodamente sobre su superficie con la consistencia justa para no hundirse ni resbalar en ella. Tras dos horas de subida alcanzan el cordal que una pista, recientemente desbrozada, recorre de extremo a extremo. Mientras él va reconociendo y poniendo nombre a la sucesión de blancos picos que se divisan alrededor, ella camina pendiente del suelo, en parte por no tropezar por enésima vez con los traicioneros tallos de urz y, en parte, por seguir las huellas y rastros de los lobos que, como mucho, les llevarán una ventaja de media hora.  De repente, semienterrada en el camino se dibuja una pequeña cara. Una moneda o algo que se le parece. Sí, es una moneda. La inscripción no deja lugar a dudas:  FERDIN * VII * D* G*HISP*REX*1818*J*8.

María del Roxo
(Verdad Como la vida misma)

***



Epílogo:

Dice Don Internet, una vez consultado, que se trata de una moneda de 8 maravedís de 1818, acuñada en la ceca de Jubia durante el reinado de Fernando VII. También dice el Gran Sabelotodo que su valor de mercado, dependiendo del  estado de conservación, puede oscilar entre los 3 y los 30 euros. Otrosí dice que, en aquellos tiempos, 8 maravedís vendrían a equivaler —según quien haga el cálculo— a 120/240 euros actuales.


Asegura María del Roxo que nunca en su vida se había encontrado una moneda —ni siquiera de peseta—, y añade que el hecho de pensar que un tal Saturnino Melcón—por decir algo— la hubiera perdido hace casi 200 años en las soledades de aquella sierra, le sugiere que algo debió sucederle a su verdadero dueño. Prefiere María del Roxo pensar que no fue asaltado por bandidos y que ya,  de inventar una historia, mejor que no termine del todo mal. Al fin y al cabo, el dinero es sucio y vil, y la moneda refleja el careto del odiado rey Felón. Don Saturnino- —o quien sea— que en paz descanse y gloria esté— ya está criando malvas desde hace una eternidad, así que poco puede ya importarle quién encuentre su moneda…

jueves, 6 de marzo de 2014

Cangas Making-Of (Parte III)

LO DIVINO Y LO HUMANO



La inclinación de un buen amigo a fotografiar retablos (…y no miro para Julio) debe de ser contagiosa, pues desde que me ha dado por fijarme en la iconografía religiosa tampoco yo puedo dejar de fotografiarlos. 

Debo reconocer, sin embargo, que más que por el gusto estético o por la calidad artística demostrada por sus autores, a mí se me van los ojos hacia otro tipo de detalles insignificantes que me llevan a reflexionar dónde está el límite entre el Bien y el Mal, entre lo Divino y lo Humano…

Por ejemplo, los Santos —que deberían ser eso, santos y buenecitos— son muy dados a maltratar al Demonio que, al fin y al cabo, suele ser un personaje gracioso y con cuernecitos al que San Miguel y otros colegas se empeñan en pisotear y denigrar. Me pregunto si las organizaciones pro derechos humanos no alzarán su voz algún día a favor de este pobre desgraciado abrasado todo el día entre las llamas del infierno…





* No me digáis que no tiene una carita de buena persona, este demonio...

 * Y este otro, partiéndose de la risa, es genial...


 * La sota de espadas vengativa como ella sola.






* Y este de aquí arriba es mi preferido, San Bartuelo, que no viene de desollar a nadie,
 aunque así lo parezca, sino que es su propia piel, el pobrecito mío...

En otras ocasiones los santos no pisotean, pero son belicosos y se toman la justicia divina por su mano repartiendo mandobles a diestro y siniestro…


Los hay que, aunque más pacíficos, son sencillamente FEOS...o dicho de otra manera, "poco agraciados desde el punto de vista estético"...


* De tal palo, innegable tal astilla... Pase la cara colorada de San Antonio, 
pero el Niño Jesús clonado es muy fuerte...


 * Y con este pobre San Salvador, el artista no entendió bien lo de "caída de ojo", a mi parecer...



Algunos se juntan para formar procesiones tenebrosas, como esta colección de la Sacristía del Convento de Corias, en la que —dicen las malas lenguas—se inspiró Michael Jackson para su videoclip de Thriller…


 * It's close to midnight and something evil's lurking in the dark.....



No todo es maldad entre los santos. Hay alguno que ha sufrido en carnes propias aquello del “ojo por ojo”…



Y algunos otros que, con cara de buenecitos, parecen lamentarse de tanto mal suelto por el mundo…


(aunque algún malpensado afirme que están hablando por el teléfono móvil y pidiendo una pizza cuatro quesos).

Finalmente, y esto afecta mucho al bueno de San Antonio o a la avispada de Santa Bárbara, hay que achacarles su sempiterno materialismo. Siempre pidiendo a cambio de favores: que si te cuido el ganado, que si no me das algo “mal rayo te parta”… Está visto que es más fácil prohibir la mendicidad callejera que la institucional. Además de rezar con fervor, hay que cotizar y soltar la mosca si no deseas que caigan sobre ti los peores designios divinos...





En fin, vivir para ver, Nuestra Señora nos valga o, en su caso, alguna tierna imitación customizada en ganchillo para la ocasión.