Una de las mejores formas de identificar la ladera sur o norte de una montaña en la cordillera Cantábrica suele ser -casi siempre- observando su cubierta vegetal. Tradicionalmente en la vertiente sur se realizaban las quemas para pastos, que poco a poco fueron arrasando el bosque hasta eliminarlo por completo o dejar algunas pequeñas concentraciones testimoniales. En cambio, la ladera norte, mucho más húmeda, no recibió tanto cerillazo, aunque de cuando en cuando también le toca aún hoy en día recibir alguna dentellada. Uno de los más claros ejemplos visuales de esta generalizada tradición cantábrica la encontramos en el corazón del mejor paisaje del suroccidente asturiano, en el pequeño municipio de Degaña. Se trata de la sierra del mismo nombre, que ocupa la mitad norte del concejo y hace límite con el territorio de Cangas del Narcea.
Su ladera sur, anchísima y muy empinada, arde aún todos los años, sin que haya manera de solucionarlo. Increíblemente, se conservan pequeños bosques centenarios de roble en algunas de sus vaguadas, que van capeando uno y otro incendio. En la línea de cumbres hay algunas pequeñas lagunas, que se secan en los veranos más calurosos y largos, y entre las que destaca la Laguna Brañolina, accesible desde el pueblo de Fanduveigas, y con más dificultad desde la misma capital, Degaña. Esta vertiente de la sierra, tan pelada y cubierta casi enteramente de brezo, contrasta claramente con la formidable alfombra boscosa del otro extremo del valle de Degaña, donde la línea principal de la cordillera Cantábrica hace límite con el leonés valle de Fornela o Forniella.
Ese mismo contraste sucede con la otra mitad de la sierra de Degaña, la canguesa, donde se extiende el mayor hayedo de Asturias y uno de los más grandes de la península Ibérica. Se trata del Hayedo de Monesteriu d´Ermu, de más de diez kilómetros de longitud, que se combina con grandes manchas de abedul en su parte superior en parte del recorrido. La presencia de este hayedo se explica por la aparición de un afloramiento calizo, casi enteramente oculto por la arboleda, pero muy visible justo al otro lado del río Narcea, en la enorme peña calcárea conocida como la Penona de Xalón.
Para completar la variedad cromática y paisajística de esta sierra, hay que añadir que en ambos extremos de este alineamiento montañoso su aspecto ofrece ropajes distintos de los citados anteriormente, ya que si en el límite con el municipio leonés de Villablino -o comarca de Laciana- la mina de carbón a cielo abierto de Coto Cortés ocupa casi cinco kilómetros de ladera, en el punto más distante hacia el oeste, frente a los pueblos cangueses de L.larón y La Viliel.la, un excepcional bosque, principalmente de roble, cubre enteramente la sierra. Esta masa boscosa es continuación de los ecosistemas forestales de idéntica calidad que hay al otro lado del río Ibias, y que forman uno de los entornos paisajísticos más hermosos de todo el suroccidente asturiano.
Imágenes:
1. Monesteriu d´Ermu y su hayedo, en la vertiente norte de la sierra de Degaña
2. Ladera sur de la sierra, que cae sobre el valle de Degaña
3. Braña de L.larón, bajo algunas manchas de abedul
4. Una de las típicas tiras negras que "adornan" la sierra de forma regular, a pesar de ser Parque Natural, en este caso ascendiendo los 900 metros de desnivel hasta el Pico Rubio
5. Los robledales del extremo noroeste de la sierra de Degaña, cubiertos por la nieve primaveral, desde una hermosa casa de La Viliel.la