100 sería seguramente el número de
tazas de café que hubieran caído en nuestros estómagos de haber aceptado
igual número de invitaciones durante los casi cuatro años de tarea acumulada que llevó el realizar el trabajo de campo para las guías sobre
Ibias, Allande y Somiedo. Casi cien fueron las ocasiones en que
amablemente hubo que declinar tales ofertas, ya que de aceptarlas todas,
aún no habría visto la luz el primero de los libros, el de Ibias.
Lamentablemente, para poder aprovechar el fugaz tiempo de ese suspiro
que es nuestra vida, y poder alcanzar a visitar y conocer simplemente
una pequeña porción de Asturias o León de forma algo más que
superficial, uno no puede dejarse medio día en un solo pueblo. O sí,
pero entonces el repertorio de lugares a descubrir encoge
considerablemente. Y escribía antes la palabra lamentablemente,
porque es precisamente en el interior de una casa de estas aldeas de
montaña donde realmente se palpa la atmósfera del lugar, y donde se
escuchan las historias de otros tiempos, algunas de ellas a punto de
evaporarse para siempre en el olvido. La historia de una generación que
se va extinguiendo, y con ella una forma de vida que duró siglos, pero
que abruptamente está tocando a su fin.
Tanto a María como a mí nos estimula sobremanera conversar con personas
de avanzada edad, que son las que acaparan la ya escasa presencia del
mundo rural, y quizá precisamente porque ellos perciben nuestra actitud, la
comunicación fluye fácil y prolongada, llegando un punto en que, muy a
nuestro pesar, hemos de llegar al momento de la despedida. Son muy
gratos los recuerdos de tantos y tantos vecinos que seguramente ya no se acuerden de nosotros, porque la memoria de los mayores es fuerte para los hechos lejanos, pero débil para los recientes. Pero a nosotros, ellos no se
nos olvidan fácilmente.
Quería incluir una pequeña selección de imágenes en las que no todos son ancianos, pero donde todos ellos se
desvivieron por ayudar y contestar a las preguntas de cuyas
respuestas se han nutrido los textos de nuestros libros.